jueves, 22 de julio de 2010

aquello que me faltaba...

He hablado antes, de las preguntas incomodas, de las respuestas ausentes, de las verdades mordaces... ¿Sabes? anoche, como por casualidad o por instinto se me ocurrió la respuesta a la pregunta aquella irrespondible:
Mi madre no ha muerto y si quiere puede hacerlo porque tengo la conciencia tranquila y le he dado todo mi amor.
Mi mejor amigo sigue llamandome cada mañana y cada noche, seguimos cenando, bailando y sonriendo aunque no seamos perfectos, la verdad es que ni siquiera se nos antoja serlo.
El trabajo, bueno, no me falta que comer, tengo lo que necesito.
¿Qué me falta?...
Después de tanto tiempo se me ocurrió que decirte...
Me faltaba simplemente CONOCERTE. Tus ojos antes bellos, llenos de ira, tus manos amenazantes sobre mi cuerpo que te gritaba amores. Tu imagen de ángel blanquesino convirtiéndose en una alimaña horrenda y grisacea frente a mis ojos que se cerraban susurrando tanto amor.
Eso me faltaba, era lo único.