lunes, 23 de marzo de 2009

Esperanzas

"Dichoso aquel que no espera nada porque nunca será defraudado"

Pensando en la esperanza
me estremezco,
lo hago insignificantemente.
En silencio,
sola y sencillamente...
La esperanza es el disfraz de la cobardía,
y de otras cosas parecidas.
Es quedarse ahí, en donde quiera que uno esté
agarrado a un deseo, a una necesidad, a un sueño
es
pe
ran
do
.
.
.
Aguardando el momento en que como lluvia
nos mojen las necesidades resueltas, los sueños cumplidos,
los deseos hechos.
Para llover sólo el agua...
No es que esté mal ser cobarde o parecerse a uno.
Crecemos, a final de cuentas, es- pe- ran- do crecer.
Pero no se parece la espera de una hora fijada
a la esperanza de algunas cosas que algunos fijan en ningún lado.
Como si esperar que el amor triunfe sobre esta realidad apestosa
fuese lo mismo que dormirse para aguardar el amanecer seguro.
Pensaba por ociosidad curiosa
y me estremecí por urgencia sentimental.
Lo malo no es esperar...
quizás lo malo, es que por que esperábamos tanto,
tanto que nunca ocurrió;
nos cansamos del concepto, olvidándolo.
Por eso el estremecimiento.

1 comentario:

León Kazart dijo...

muy buena entrada, se refleja esa desesperación, pero a la vez de esperanza, muy buen escrito